Infierno

Recuerdo el infernal descenso
Allí volaron gritos templarios
Los metales celebraron el óxido
En calor de furia desplomaron.

Vi en tinta sangre mi legado
Perecí entre dioses susurrados
Comprendí rincones olvidados
Apagué luces turbias de pasado.

Me encontré por callejones abatido
El jadeo se dispuso entre mis manos
Escuché las suaves voces sin sentido
Se asentaron dulces brasas de castigo.

Pero entre aves de ceniza
Se enmarcan espejos de caricia
Me encontré ya por el cielo, de salida
Atrapé, entre celestes, mi partida.

Se reciclan ya los fuegos de pasado
Las palabras no son rezo en compañía
En oraciones se veneran nuevos días
El infierno ya es mi prólogo de vida.

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